viernes, 7 de junio de 2013

¿Innato del ser humano?

Tomado de: lasfotosmascuriosas.blogspot.com

He repetido ya en diferentes ocasiones que la música es algo inherente a la existencia, algo que ha nacido de nosotros desde el principio de los tiempos, a lo que le hemos dedicado grandes esfuerzos, estudios y dedicación y sin lo cual es difícil imaginarnos hoy en día. Todo esto es cierto, sin embargo, ¿Es una condición solo del ser humano? ¿No es egocéntrico pensar que la música, existente por naturaleza, pertenece solo a la naturaleza humana?


La música está presente en la naturaleza y prácticamente todo tiene sus sonidos, provocando los más diversos efectos en los animales. Los seres humanos no somos los únicos animales capaces de enviar y recibir mensajes mediante diferentes sonidos, muchísimas especies se comunican, se advierten del peligro a través de estímulos sonoros y también prefieren cierto tipo de música antes que otras. Hoy hablaremos un poco sobre la Zoomusicología y el efecto de la música en los animales.

En el año 1909 el 
The New York Times, publicó un artículo titulado “Los efectos de la música sobre Animales del Zoo”, en el que se hablaba sobre los efectos de la música en todo tipo de especies del Zoológico de Bronx, nombrando reptiles, primates, aves, elefantes y leones al tiempo que se formulaba la pregunta: ¿los animales podrán apreciar la música? En la experiencia, se notó que los orangutanes respondían con un claro agrado a piezas de Caruso y que además eran capaces de mover su cuerpo siguiendo los compases al ritmo de un swing.

En otros animales como en camellos, también parecía haber una sensación de agrado, los animales estiraban su cuello y se acercaban a la fuente del sonido. Por otra parte, caninos como coyotes y lobos se mostraban asustados e intranquilos ante las mismas reproducciones. Hoy, más de 100 años más tarde, la pregunta continúa presente y ha sido el centro de muchas investigaciones.
Volviendo a nuestros días, apenas algunos años atrás, en 2009, una violonchelista de la Orquesta Sinfónica Nacional, junto al psicólogo Charles Snowden de la Universidad de Wisconsin, realizaron un experimento en el que se comprobó que otras especies animales son capaces de reaccionar emocionalmente ante estímulos musicales. En él se interpretaron diferentes melodías para un público compuesto por monos tití de las selvas centroamericanas.
Luego de estudiar detalladamente a los monos y analizar los sonidos emitidos para comunicarse, varias piezas fueron compuestas para ellos. Así se interpretaron dos composiciones que en su forma y estructura eran símiles a las que emitían los monos para alertar peligro, o los que emitían cuando se sentían seguros.
Y para demostrar lo anterior no hay que ir muy lejos, miremos algunos videos:


Este fue la sensación en internet y por obvias razones. No se puede negar que está disfrutando la melodía.

Se caracterizan por ser curiosos, este es un video también muy famoso en internet, y que hecho al se tan popular causó como una de tantas reacciones la composición de toda una obra a partir de las notas que tocaba. Los dejo con los dos videos.





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